Nací un 22 de julio de 1973, aunque me siento muchísimo más joven. Mi hijo Marcos, llegó a mi mundo un hermoso día de 1994, es el gran amor de mi vida.

Tengo un trabajo estable durante la semana y el resto del tiempo, dedico cada minuto libre a un proyecto: abrir mi propio taller de arte, especializado en confección y tejido de mandalas, atrapasueños y macramé.

Soy una mujer resiliente, muy apasionada en todo lo que hago y me adapto a los cambios.

Hablo sin parar en hebreo, con un montón de errores, pero aún así continúo porque entendí que tener vergüenza no conduce a ningún lado y pido que me corrijan a cada momento.
Soy obstinada, cero impulsiva y descubrí que … ¡Me gusta cocinar!

El mensaje más importante que quiero dejarte es que nunca, pero nunca, es tarde para cambiar el sentido de nuestras vidas.
 ¿Nos conocemos?