Para varias culturas, los mandalas tienen un poder sanador.
La elección inconsciente de los colores para cada mandala simboliza los puntos de energía llamados “Chakra”.
Es decir que, para el hinduismo, cuando creamos nuestra obra de arte estamos a la vez armonizando nuestros chakras.
Al ejecutar la técnica te conectas con tu esencia creativa y te mantienes calmada.
Toda tu atención plena está focalizada, respiras conscientemente y cesan los pensamientos obsesivos.
Tu mundo interior está en paz y casi sin darte cuenta estás relajada y meditando.
¿Conocías este beneficio de los mandalas? ¡Te leo en comentarios!